Operación Roca: Nueva etapa de securitización fronteriza en Argentina
- UBA Centro de Estudios de PolĆtica Internacional
- 19 may
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Por JoaquĆn Asensio, Colaborador del Observatorio de Defensa y Seguridad Internacional (CEPI - UBA).

A fines de abril de 2025, el Poder Ejecutivo argentino emitió el decreto 347/2025, que habilita el despliegue de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad interior bajo el nombre de "Operación Roca". Centrada en la frontera norte y noreste del paĆs, esta iniciativa pretende responder a las amenazas derivadas de la permeabilidad fronteriza. Surgen entonces mĆŗltiples interrogantes: ĀæQuĆ© implica exactamente esta medida? ĀæHasta quĆ© punto estĆ” justificado el uso de las Fuerzas Armadas en cuestiones de seguridad interior?
La resolución establece la cooperación directa entre las Fuerzas Armadas y las fuerzas de seguridad en las provincias de Salta, Jujuy y Formosa. Entre sus disposiciones centrales, habilita el patrullaje de zonas fronterizas por parte de personal militar, autoriza el uso de inteligencia conjunta y permite la detención de civiles por parte de militares en casos de flagrancia vinculados a delitos transnacionales como el narcotrÔfico. Esta última medida es particularmente controvertida, ya que la detención de civiles ha sido históricamente una función exclusiva de las fuerzas policiales. Organismos de derechos humanos han advertido sobre el riesgo de abusos, recordando la prohibición constitucional de la participación de militares en tareas de seguridad interior, salvo excepciones legales muy puntuales.
AdemĆ”s, el decreto formaliza un esquema de trabajo conjunto entre GendarmerĆa, Prefectura y las Fuerzas Armadas, incluyendo el intercambio de recursos logĆsticos, inteligencia y operativos combinados. El rol del EjĆ©rcito y la Armada se centrarĆ” en el patrullaje de zonas inhóspitas, alejadas de centros urbanos y pasos fronterizos formales. Esta estrategia evoca al Plan Escudo Norte (2011), aunque con una presencia militar mĆ”s agresiva y directa en el terreno.
La protección de las fronteras constituye una de las funciones esenciales de todo Estado moderno. Sin embargo, existen distintas formas de conceptualizar esa protección. Desde una perspectiva clĆ”sica, la seguridad nacional implica āla capacidad del Estado para garantizar su supervivencia, manteniendo su soberanĆa e independencia material y espiritualā (Medina Lois, 1979). En cambio, los enfoques de seguridad humana sostienen que la violencia derivada de mercados ilĆcitos convierte a las fronteras en zonas de alta conflictividad y vulnerabilidad social (DĆaz Carnero, 2021). En lĆnea con esta visión, el Informe sobre Desarrollo Humano 2022 del PNUD subraya que las fronteras deben resguardar tanto la soberanĆa estatal como los derechos y la integridad de las personas que las habitan.
Consciente de la sensibilidad que genera la participación militar en tareas internas, el Gobierno ha desplegado una narrativa orientada a legitimar la Operación Roca. Los principales argumentos giran en torno a la presencia de amenazas existenciales vinculadas al crimen organizado, la pérdida de control territorial por parte del Estado y la violencia cotidiana que padecen las poblaciones locales. Estas condiciones permiten enmarcar la iniciativa como una respuesta excepcional ante un contexto igualmente excepcional.
Siguiendo la teorĆa de la securitización desarrollada por la Escuela de Copenhague, explicada en el libro āSeguridad: Un nuevo marco para el anĆ”lisisā (Buzan y WƦver, 1998), el Gobierno ha presentado el narcotrĆ”fico y el crimen organizado como amenazas extraordinarias que justifican medidas de excepción. En este marco, el presidente ha definido la situación como una āguerra sin cuartelā, dramatizando el escenario para habilitar una respuesta militar que desborda las capacidades tradicionales del Estado civil. Esta retórica busca generar consenso en torno a una polĆtica que, en otras circunstancias, podrĆa resultar inaceptable.
En tĆ©rminos operativos, Argentina enfrenta dificultades estructurales para hacer frente al crimen organizado: falta de personal, recursos limitados y una dĆ©bil presencia estatal en amplias zonas del territorio nacional. Esta combinación ha derivado en una cesión de facto del control territorial a bandas criminales transnacionales. En palabras de la ministra de Defensa, Patricia Bullrich: āNi un milĆmetro del suelo argentino puede estar bajo control de las bandas criminales. Vamos a liberar cada rincón que haya sido tomado por el narcotrĆ”fico y devolverle la legalidad al puebloā (Infobae, 2025).
Desde una perspectiva mĆ”s centrada en la seguridad humana, el Gobierno tambiĆ©n ha apelado al derecho de la población a vivir sin miedo. El IIDH-PNUD (2017) define la ālibertad del miedoā como la protección frente a amenazas directas a la integridad fĆsica. Esta noción fue retomada por la ministra de Seguridad, quien afirmó: Vamos zona por zona. Vamos a fondo. Porque no queremos que la Argentina sea territorio de trĆ”nsito ni consumo. Queremos un paĆs seguro, donde cada argentino viva sin miedoā (BoletĆn Oficial, 2025). AsĆ, el discurso gubernamental alterna entre una retórica de guerra y una retórica humanitaria, en un intento por abarcar tanto la dimensión institucional como la emocional del problema.
La Operación Roca marca un cambio significativo en la polĆtica de seguridad argentina, al involucrar directamente a las Fuerzas Armadas en funciones tradicionalmente reservadas a la seguridad interior. Si bien responde a amenazas reales como el narcotrĆ”fico y la criminalidad transnacional, plantea importantes interrogantes sobre el respeto a los derechos civiles, la militarización de la vida cotidiana y los efectos sobre la cooperación regional.
Resta observar cuĆ”l serĆ” la reacción de los paĆses vecinos, considerando que la movilización de tropas en zonas fronterizas suele ser un asunto sensible. La coordinación con Paraguay, Bolivia y otros actores regionales serĆ” fundamental para evitar tensiones y avanzar hacia esquemas de cooperación mĆ”s integrales. Aunque la medida se presenta como un esfuerzo por restaurar la legalidad y proteger a la ciudadanĆa, no puede obviarse su dimensión diplomĆ”tica y geopolĆtica.
En última instancia, quedan abiertas preguntas fundamentales: ¿Hasta dónde llegarÔ el Estado argentino en esta estrategia de securitización? ¿SerÔ esta intervención militar sostenida en el tiempo? ¿Puede este operativo ser el punto de partida para una mayor coordinación regional en materia de crimen organizado y seguridad transfronteriza?
Referencias:
Buzan, B., Weaver, O., & de Wilde, J. (1998). Security: A new framework for analysisĀ (pp. 21ā48). Lynne Rienner.
DĆaz Carnero, E. I. (2021). Apuntes sobre la seguridad fronteriza en la frontera MĆ©xico-Estados Unidos ante la movilidad humana y desde el paradigma de la seguridad humana. Frontera Norte, 33. https://doi.org/10.33679/rfn.v1i1.2071
Medina Lois, A. (1979). La doctrina de seguridad nacional. En E. I. DĆaz Carnero (2021), Apuntes sobre la seguridad fronteriza en la frontera MĆ©xico-Estados Unidos ante la movilidad humana y desde el paradigma de la seguridad humanaĀ (Frontera Norte, 33).
Infobae. (2025, abril 22). AsĆ arrancó la operación Julio Argentino Roca en el norte: 10 mil militares intervienen con drones, radares y vehĆculos. https://www.infobae.com/politica/2025/04/22/asi-arranco-la-operacion-julio-argentino-roca-en-el-norte-10-mil-militares-intervienen-con-drones-radares-y-vehiculos/
BoletĆn Oficial de la RepĆŗblica Argentina. (2025, abril 15). Aviso oficial n.Āŗ 324036. https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/324036/20250415
Instituto Interamericano de Derechos Humanos & Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (IIDH-PNUD). (2017). Proyecto de seguridad humana en AmƩrica Latina. https://www.iidh.ed.cr/multic/default_12.aspx?contenidoid=8c1a302ff00e-4f67-b3e6-8a3979cf15cd&Portal=IIDHSeguridad