Por Mg. Andrea Samaniego, Colaboradora del Observatorio de Economía Política Internacional del CEPI UBA.
La pandemia del Covid-19 no solo ha provocado una situación dramática desde el punto de vista humanitario, sino que también ha impactado de forma radical en la actividad económica mundial, paralizando los negocios y generando pánico. La logística no quedó al margen de este hecho, pero es importante tener presente que ante una crisis también se abren oportunidades.
El impacto en la actualidad
La logística es el proceso a través del cual se realiza el movimiento (traslado) y almacenamiento de los productos y materias primas necesarias tanto para la empresa como para los consumidores. El diferencial de las empresas radica en que ese proceso se lleve a cabo en la menor cantidad de tiempo, de forma tal que el producto final pueda a estar a disposición del consumidor lo antes posible ya que los márgenes de ganancia son muy finos.
Pero este proceso no está exento al impacto de los sucesos actuales. Los operadores logísticos tienen un claro protagonismo en la pandemia demostrado en el abastecimiento interno y en los circuitos de importaciones y exportaciones. Por eso es importante destacar las dificultades para poder establecer áreas de oportunidad en el futuro.
Actualmente se coincide en que la actividad logística resulta en época de coronavirus, un eslabón esencial. A partir de la pandemia, para muchas empresas, la única oportunidad de vender productos fue el canal online y lo que habitualmente era “logística”, pasó a ser más que nunca “logística estratégica” basada en optimizar la entrega y distribución de los productos.
La crisis del Covid-19 obligó a cambiar y reestructurar, y al igual que lo que ocurrió con la salud, los diversos sectores de la logística argentina tuvieron en cuenta la experiencia de otros estados para afrontar la situación de la mejor manera.
Es importante detallar algunas de las complicaciones que el sector sufre hoy en día:
· Parte del personal que ocupa el sector esté licenciado y parte está desarrollando tareas bajo la modalidad home office. Esto implica que la nómina no está completa salvo en empresas que desarrollan tareas esenciales (incluso allí tenemos empleados licenciados).En muchas empresas se debió recurrir a horarios rotativos y pagos de horas extras.
· Las intensas verificaciones y controles en las aduanas ralentizan las entregas.
· Las demoras tienen un efecto nocivo en productos perecederos ya que no llegan en condiciones.
· Hay menos vehículos en circulación justamente porque muchos transportistas no han podido obtener permisos de circulación.
· Se ha cortado la cadena de suministro: no solamente se ve afectado la oferta sino la demanda (muchas empresas han quebrado y quedado fuera de juego en ambos lados).
· Los servicios con valor agregado que algunas compañías habitualmente ofrecían (como garantía de devolución de dinero en caso de no llegar en tiempo y forma) se vieron suspendidos.
· Los distintos medios de transporte debieron readecuarse bajo los protocoles de limpieza y distanciamiento social lo cual impactó en costos y espaciamientos en los horarios de los servicios.
· A nivel interno, se procura sustituir los bienes importados con producción local dejando de lado en algunas ocasiones la calidad.
· Durante la crisis sanitaria, los hábitos de consumo han cambiado. Los usuarios han migrado al mundo digital generando que el comercio electrónico y la omnicanalidad se incremente. Sin embargo, esto también ha provocado la acumulación de solicitudes de entrega.
· Surge el “efecto látigo”: el mismo trata de demanda desmesurada al no saber prever las cantidades (por una posible suba de costos de las materias primas o falta de suministros) lo que provoca que las empresas que fabrican los productos no sepan realmente cuanto producir (esto es debido a que se analiza mal el posible impacto de la falta de ese suministro).
· Disminución de bienes suntuarios, aumento de demanda de bienes de primera necesidad.
· Diferencia en el impacto según el medio de transporte de carga: no es lo mismo el aéreo (falta de vuelos) que el terrestre o marítimo.
De cada crisis nace una oportunidad.
Lo primero que debemos rescatar, luego de haber analizado las complicaciones, es que la pandemia sirvió para hacer más eficientes los procesos y toda la operatoria logística, poniendo como centro la salud de los trabajadores. Esto significa rescatar esta situación para próximas situaciones de contingencia.
Mejoras:
· Mayor uso de la tecnología: internet de las cosas, conectividad, 5G o sensorización loT (Internet of Things)
· Mayor digitalización de las operaciones, rediseño a través de aplicaciones en celulares para evitar el contacto con papelería.
· Mayor robotización (robots, drones, vehículos sin conductor, etc)
· Mejores condiciones de protección sanitaria.
Gestión de riesgos en logística
Una de las mayores lecciones que debemos sacar de la pandemia es que en logística la previsión antecede a la acción.
Hoy en día donde se debe aprovechar las brechas, un enfoque de gestión inteligente marca la diferencia.
Hay cuatro áreas importantes en las que las empresas deberán hacer hincapié:
· identificación de riesgos potenciales:
Lo primero es entender qué variables pueden afectar nuestra logística. Ejemplos pueden ser cambios en las leyes de un país, huelgas, terremotos, etc. Esto se hace mediante consultores, repasando los eslabones de la cadena de suministros, revisando la información de los medios de comunicación.
· evaluación de dichos riesgos:
Es muy útil la utilización de escalas de evaluación donde se puntúe los riesgos. Estos pueden ser: gravedad del problema (entendida como la relevancia del riesgo, es decir qué tanto resulta la importancia del suceso) , la probabilidad de que suceda (no es la misma por ejemplo la probabilidad de un terremoto a la de equivocarse de proveedor) , la velocidad (es decir qué tan rápido podríamos hacer frente a una pérdida por ese hecho), frecuencia (con que sucede la variable que analizamos, es decir: con qué frecuencia hay desastres naturales etc.), posibilidad de detección (y cuánto tiempo nos llevaría normalizar la situación una vez detectado el problema)
La idea es poner una nota numérica de 0 a 10 a cada riesgo en cada uno de los diferentes apartados y luego multiplicarlos entre sí para obtener el valor final. Cuanto mayor sea el resultado, más hay que preocuparse por ese punto.
· elaboración de planes y medidas para implementarlos.
No se trata solamente de ver qué hacer cuando surge un problema sino de tener soluciones para mitigar la gravedad y evitar que el riesgo se plasme en algo real. Habitualmente se analiza trabajar con varios proveedores para poder contar con stock ante un faltante. Estos planes sirven para: anticipar, actuar y para mitigar las consecuencias.
· actualización periódica de los planes.
El plan de riesgos es un elemento dinámico, que se tiene que ir revisando constantemente. No podemos trabajar en un plan como una foto estática ya que justamente esta pandemia nos demostró que los planes se deben cambiar constantemente de acuerdo a las circunstancias. Actualización ante todo.
Una vez identificados los riesgos que pueden provocar la disrupción en la cadena logística, es importante abordarlos desde un punto de vista práctico. Para ello, una vez determinados qué riesgos determinan un impacto en la empresa, es necesario activar un mecanismo para prevenir el impacto.
Los planes de gestión de riesgos no suponen una eliminación total de cualquier daño, pero si aportan la capacidad de poder afrontarlos.
Análisis de los KPI logísticos
1- Total de despachos: este indicador mide el “total de despachos” y presenta gráficos donde se pueden visualizar los datos sobre todos los despachos entregados y estimados.
2- “Número de despachos por repartidor y vehículo”: este indicador mide cantidad de despachos por repartidor y vehículo y permite tener total visibilidad y control sobre cada uno de los transportistas que realizaron sus respectivos despachos.
3- “Cumplimiento de entregas”: este indicador de rendimiento mide el número de despachos agrupados por cumplimiento de entrega, de acuerdo a entregas a tiempo, atrasadas, no definido y adelantados.
4- KPI logístico de la “Tabla resumen” y de “últimas guías ingresadas”: este indicador logístico permite revisar en detalle la gestión de cada transportista mediante la siguiente información: datos de la guía, fecha del despacho, usuario móvil asignado, tiempo de entrega en minutos, y otros detalles más específicos como: mapa, foto o comprobante de que la entrega fue realizada.
Otros análisis a tener en cuenta:
En cuanto a los proveedores: análisis del número de proveedores, plazos de entrega por parte de los proveedores, así como cumplimiento o no de los mismos. Rechazos de propuestas de proveedores. Gastos de compras. Deslocalización de los proveedores. Cuantos más posibles proveedores mejor.
En cuanto a inventario: prever correctamente la demanda, establecer ajustes entre stock 0 y llevar un control en de dicho inventario. Prever que un proveedor posiblemente no llegue a cumplir con los tiempos para hacer el envío sea por afectación al personal a sus propios proveedores o a la empresa logística. Stock de materias primas y productos terminados. Obsolescencia de inventario. Costes de gestión y mantenimiento de inventario. Valor promedio de inventario. Número de SKU. En este sentido se está notando una tendencia hacia el aumento de stock para minimizar la falta de producto como las que se han producido este año contradiciendo el ideal de stock 0.
En cuanto al transporte: contar con procesos de análisis de transportistas. Disponer de un seguimiento en tiempo (trazabilidad). Número de pedidos despachados por día. Frecuencia de salida de camiones. Número de entregas a tiempo y con retrasos.
En cuanto al Picking: se producirá un incremento de la automatización de los procesos de recolección o un trabajo de análisis que nos permita parametrizar el proceso de picking para mejorar la rapidez y ofrecer garantías en la preparación del pedido.
En cuanto a la implementación de sistemas de calidad: como los principios Six Sigma y lean. Certificaciones ISO.
En cuanto a previsiones de cobro: aumentar las exigencias de la solvencia financiera de las empresas con las que trabajamos.
En cuanto a seguros de transporte: que cubran parte de los riesgos.
En cuanto a la logística inversa: tener en cuenta los protocolos aplicables para el retorno de embalajes, envases, excesos de inventarios en general.
En cuanto al almacenamiento: analizar la tasa de precisión en la preparación de pedidos, número de artículos de inventario ubicados correctamente, número de veces en que se manipula un producto.
En cuanto al servicio al cliente: Número de clientes. Número de pedidos que se gestionan diariamente. Tasa de clientes perdidos. Tasa de devolución de productos. Total de productos dañados. Formas de pago empleada.
Áreas de Oportunidad
Hoy en día la logística debe tener una visión amplia ya que hay que asistir tanto al que produce como al que vende y al que compra. Amazon en este sentido es un ejemplo de optimización y multiplicidad en la cadena de suministro.
En nuestro país hay áreas en las que existe la necesidad de desarrollo. Una de ellas es el multimodalismo: este es un medio muy usado en otras partes del mundo pero que aquí se hace complejo por la escasa inversión en la infraestructura por donde circulan los distintos modos. Es bastante difícil lograr que el exportador utilice el multimodalismo, porque los costos y las responsabilidades en caso de siniestro no lo acompañan.
En cuanto a las empresas, se deben revisar todos los paradigmas, como por ejemplo: si solo se tenía clientes de sectores industriales ahora hay que buscar clientes del sector alimentos, farmacéuticos, u otros. Si antes se dedicada solo al sector B2B ahora tiene que reorientar los esfuerzos a buscar sector B2C. Si antes se trabajaba solitariamente, ahora es conveniente desarrollar partners estratégicos.
Época de pandemia. Momento de poner en práctica la resiliencia. Esta es una etapa de desafíos pero también de oportunidades. Frente a los clientes lo más importante es mantener la flexibilidad ya que es un momento de conseguir la fidelización. La eficiencia y eficacia con que se responda a las demandas de los clientes será el diferencial que recordarán al retomar la tan ansiada normalidad.
Referencias bibliográficas:
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Vazquez, M. (2020, Junio 8). La automatización paliará las debilidades de la supply chain identificadas en la pandemia. Recuperado de https://elmercantil.com/2020/06/08/la-automatizacion-paliara-las-debilidades-de-la-supply-chain-identificadas-en-la-pandemia/
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