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Guerra Cognitiva de Precisión: El nuevo frente invisible en los conflictos modernos

Actualizado: hace 2 dĆ­as

La guerra ya no se libra únicamente en el terreno físico o en el ciberespacio. En la actualidad, el dominio cognitivo se ha convertido en un campo de batalla estratégico, donde la precisión en la manipulación de percepciones, emociones y decisiones constituye una herramienta tan letal como un misil guiado. Este artículo explora el surgimiento y las implicancias operativas de la llamada guerra cognitiva de precisión. Por Bernardo Collado, Licenciado en Relaciones Internacionales. Colaborador del Observatorio de Defensa y Seguridad Internacional (CEPI - UBA).

Representación conceptual de la ā€œGuerra Cognitiva de Precisiónā€. Imagen generada digitalmente por IA.
Representación conceptual de la ā€œGuerra Cognitiva de Precisiónā€. Imagen generada digitalmente por IA.

La guerra cognitiva (Cognitive Warfare, CW) refiere al uso deliberado de tĆ©cnicas informativas, psicológicas y tecnológicas para influir en el pensamiento, la percepción y el comportamiento de individuos y sociedades. En su variante mĆ”s reciente —la guerra cognitiva de precisión (Precision Cognitive Warfare, PCW) —, el objetivo ya no es solo moldear la opinión pĆŗblica o desinformar al adversario, sino lograr una intervención quirĆŗrgica sobre sus vulnerabilidades cognitivas, con efectos diseƱados, medibles y sostenibles en el tiempo.


Este concepto, aĆŗn en consolidación doctrinaria, se inspira en las nociones de ā€œprecision strikeā€ aplicadas históricamente al campo cinĆ©tico. La diferencia es que ahora el blanco no es un objetivo fĆ­sico, sino la mente humana: su sistema de creencias, emociones, sesgos y patrones de atención. Organizaciones como la OTAN han comenzado a abordar esta dimensión como una prioridad estratĆ©gica, al advertir que ā€œel cerebro se ha convertido en el nuevo campo de batallaā€ (Allied Command Transformation – NATO, 2023).

Esquema conceptual chino sobre CPS Military Studies Office (FMSO), Precision Strikeā€ (2023).
Esquema conceptual chino sobre CPS Military Studies Office (FMSO), Precision Strikeā€ (2023).

PaĆ­ses como China y Rusia desarrollan doctrinas explĆ­citas que contemplan esta modalidad. En el caso chino, investigadores militares han presentado el concepto de ā€œataque de precisión en el dominio cognitivoā€, basado en la explotación de grandes volĆŗmenes de datos y algoritmos para alterar creencias especĆ­ficas o inducir decisiones adversas (Shrimpton, 2023). La estrategia rusa de ā€œguerra de nueva generaciónā€ tambiĆ©n prioriza la erosión de la cohesión social y la voluntad polĆ­tica del oponente, a travĆ©s de operaciones psicológicas e informativas (Derleth, 2020).

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En este nuevo entorno, la PCW no solo compite por el control del territorio o de la información, sino por la arquitectura misma del pensamiento.

Esta forma de guerra redefine las nociones de superioridad tÔctica y disuasión, y obliga a replantear la defensa desde una perspectiva multidimensional e intersectorial.


Aplicaciones tƔcticas y escenarios recientes de empleo

La guerra cognitiva de precisión ha dejado de ser una abstracción teórica para convertirse en una herramienta concreta en conflictos reales. Su aplicación mÔs visible ocurre en operaciones de influencia digital, campañas de desinformación, manipulación emocional dirigida y el uso automatizado de inteligencia artificial (IA) para explotar vulnerabilidades cognitivas específicas.

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Uno de los ejemplos mĆ”s recientes y controvertidos ha sido el sistema ā€œLavenderā€, empleado por las Fuerzas de Defensa de Israel durante la ofensiva en Gaza (2023–2024). Este algoritmo, basado en inteligencia artificial, fue utilizado para generar una lista de mĆ”s de treinta mil objetivos humanos, categorizados como amenazas en función de su conducta digital. Si bien su uso acortó los tiempos de identificación y ejecución de ataques, tambiĆ©n despertó serias preocupaciones Ć©ticas por la aparente falta de supervisión humana (McKernan, 2024; Bergengruen, 2024).

Ataque a Hadi Ali Mustafa el 13 de marzo de 2024. Fuerzas de Defensa de Israel (@FDIonline), El PaĆ­s (2024).
Ataque a Hadi Ali Mustafa el 13 de marzo de 2024. Fuerzas de Defensa de Israel (@FDIonline), El PaĆ­s (2024).

El caso ucraniano también ilustra el uso dual del entorno cognitivo. Por un lado, fuerzas estatales y ciudadanos colaboraron en redes sociales para desmentir propaganda, geolocalizar unidades enemigas y contrarrestar narrativas rusas. Por otro, Moscú desplegó campañas de desinformación masiva, deepfakes y bots automatizados para debilitar la moral ucraniana y erosionar la imagen internacional de Kiev (Derleth, 2020; Blackbird.AI, 2024a).

Ilustración representativa de las estrategias de desinformación pro-Kremlin analizadas por EUvsDisinfo
Ilustración representativa de las estrategias de desinformación pro-Kremlin analizadas por EUvsDisinfo

China, por su parte, ha comenzado a integrar el concepto de ā€œataque de precisión en el dominio cognitivoā€ como parte de sus ejercicios doctrinarios. SegĆŗn el Foreign Military Studies Office, se estĆ”n desarrollando marcos de aplicación en los que se combinan datos conductuales, anĆ”lisis biomĆ©tricos y modelos predictivos para seleccionar blancos informacionales con precisión quirĆŗrgica (Shrimpton, 2023).

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Estas experiencias demuestran que la PCW no se limita a la propaganda clÔsica. A través del uso combinado de sensores, plataformas sociales, minería de datos y narrativas adaptativas, las fuerzas armadas modernas pueden intervenir directamente en la cognición del adversario. En muchos casos, esta manipulación es invisible, no letal y de ejecución remota, lo que plantea dilemas operativos y jurídicos completamente nuevos.


Riesgos emergentes y desafĆ­os doctrinarios frente a la PCW

 El avance de la guerra cognitiva de precisión presenta desafíos que exceden lo técnico y lo operativo. A medida que los actores estatales y no estatales perfeccionan su capacidad para intervenir quirúrgicamente sobre procesos mentales, emociones colectivas y estructuras de creencias, las nociones tradicionales de defensa, disuasión y proporcionalidad se ven erosionadas.

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Una de las principales vulnerabilidades reside en la ausencia de doctrina consolidada. La mayorĆ­a de las fuerzas armadas aĆŗn carecen de marcos normativos o procedimientos operativos claros para detectar, analizar o responder ante un ataque cognitivo preciso. En muchos casos, la amenaza ni siquiera es percibida como tal hasta que sus efectos—desinformación viral, polarización social o disrupción en la toma de decisiones—ya estĆ”n instalados.

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Otra debilidad estructural es la intersección entre lo militar y lo civil. A diferencia de las amenazas convencionales, la PCW actúa sobre blancos duales: soldados y ciudadanos, sistemas de mando y comunidades digitales, percepciones institucionales y opiniones individuales. Esto dificulta la respuesta unificada y plantea interrogantes sobre la gobernanza del espacio informacional, la privacidad y los límites de la acción militar.


Desde el plano tĆ©cnico, existe tambiĆ©n un riesgo de automatización irresponsable. La incorporación de IA en tareas cognitivas—como la selección de objetivos informativos o el modelado de patrones conductuales—puede conducir a efectos colaterales no deseados o sesgos algorĆ­tmicos. El caso de ā€œLavenderā€, en el cual miles de personas fueron catalogadas como objetivos a partir de variables digitales ambiguas, es una alerta temprana de lo que puede ocurrir cuando se elimina el juicio humano del ciclo de decisión (The Guardian, 2024).

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Por último, debe considerarse el uso ofensivo de estas capacidades por parte de actores no estatales. La democratización de herramientas de minería de datos, edición de video, generación de deepfakes y manipulación algorítmica permite que grupos insurgentes, redes criminales o movimientos extremistas exploten vulnerabilidades cognitivas de Estados enteros, sin necesidad de contar con armamento tradicional.

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Frente a este panorama, la doctrina defensiva debe incorporar la dimensión cognitiva como un dominio formal del conflicto, al igual que ocurrió con el ciberespacio. Esto implica formar especialistas, desarrollar capacidades de detección temprana, construir resiliencia social e integrar módulos de PCW en los procesos de planeamiento y simulación de crisis.


Perspectivas estratƩgicas y desafƭos para la defensa en el siglo XXI

La guerra cognitiva de precisión representa un cambio de paradigma que obliga a las fuerzas armadas a repensar su arquitectura conceptual y operativa.

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A diferencia de los dominios tradicionales del conflicto —tierra, mar, aire, ciberespacio— el dominio cognitivo no tiene fronteras fĆ­sicas, ni tiempos delimitados, ni blancos estĆ”ticos. Es ubicuo, continuo y adaptativo. Su campo de batalla es la mente humana, y su objetivo Ćŗltimo, la voluntad de actuar.

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En este contexto, uno de los principales desafĆ­os estratĆ©gicos es construir resiliencia cognitiva. AsĆ­ como en el Ć”mbito cibernĆ©tico se habla de ā€œendurecimiento de redesā€ o ā€œredundancia de sistemasā€, en la dimensión cognitiva serĆ” necesario diseƱar polĆ­ticas de alfabetización informacional, entrenamiento psicológico para cuadros de mando, protocolos de comunicación estratĆ©gica y mecanismos de verificación narrativa ante crisis informativas.

CĆ­rculo cognitivo de mando y control (C2). Claverie & Desclaux, citado en NATO Innovation Hub & ENSC (2022).
CĆ­rculo cognitivo de mando y control (C2). Claverie & Desclaux, citado en NATO Innovation Hub & ENSC (2022).

A nivel institucional, la PCW impone la necesidad de formar nuevos perfiles profesionales. Analistas conductuales, psicólogos cognitivos, ingenieros sociales, expertos en sistemas narrativos, operadores de influencia y diseñadores de ecosistemas de información deben integrarse al aparato de inteligencia y planeamiento. El entorno operativo exige capacidades mixtas que combinen lo técnico con lo simbólico, lo digital con lo emocional.

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Doctrinariamente, se impone avanzar hacia una normativización del dominio cognitivo, tanto en el plano nacional como en foros multilaterales. La ausencia de reglas claras deja espacio a la proliferación de prÔcticas asimétricas, como las campañas encubiertas de desinformación, la manipulación de audiencias o el uso de IA para inducir comportamientos políticos. La defensa del espacio cognitivo requerirÔ alianzas transversales entre sectores civiles, militares, tecnológicos y académicos.


Finalmente, debe reconocerse que la guerra cognitiva de precisión no es solo un riesgo, sino también una capacidad estratégica que puede actuar como multiplicador de poder para fuerzas con medios convencionales limitados. Comprender sus alcances, dominar sus herramientas y anticipar sus efectos serÔ clave para cualquier doctrina militar que aspire a la superioridad en el siglo XXI.


Del ataque a la defensa: contrainteligencia cognitiva y planeamiento operacional

Frente al desarrollo acelerado de la guerra cognitiva de precisión, resulta imperativo que las fuerzas armadas no solo comprendan sus dinĆ”micas ofensivas, sino que desarrollen doctrinas de defensa activa y resiliencia institucional. Esta lĆ­nea de acción se articula en tres ejes estratĆ©gicos: la contrainteligencia cognitiva, la gestión de tecnologĆ­as emergentes —como la inteligencia artificial generativa— y la integración de este dominio en el planeamiento operacional conjunto.

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La contrainteligencia cognitiva se basa en la capacidad de detectar, monitorear y neutralizar intentos sistemÔticos de manipulación informacional. Requiere monitoreo narrativo en tiempo real, anÔlisis del comportamiento digital de audiencias, verificación de patrones de desinformación y entrenamiento de operadores clave en resistencia emocional y comunicacional.

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Plataformas privadas como Blackbird.AI han comenzado a desarrollar soluciones especĆ­ficas para monitorear ataques narrativos en tiempo real, evaluar riesgos emergentes y mapear redes de influencia digital en entornos hĆ­bridos. Algunas fuerzas, como el U.S. Special Operations Command, han comenzado a incorporar estos conceptos en sus manuales de Influence Operations (Blackbird.AI, 2024b).

Imagen ilustrativa institucional de la Plataforma privada Blackbird.AI. Blackbird.AI (2024).
Imagen ilustrativa institucional de la Plataforma privada Blackbird.AI. Blackbird.AI (2024).

En este marco, la proliferación de herramientas de inteligencia artificial generativa plantea un dilema doble. Por un lado, actores estatales y no estatales las emplean para diseñar deepfakes, manipular discursos públicos o automatizar la producción de desinformación. Por otro, estas mismas capacidades podrían emplearse defensivamente, en entornos controlados, para anticipar escenarios de crisis, testear narrativas propias o generar materiales de instrucción basados en modelados cognitivos adaptativos.

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El tercer eje involucra una integración doctrinaria formal de la guerra cognitiva de precisión en los procesos de planeamiento operacional.

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Así como el dominio ciber se convirtió en parte inseparable del diseño de campaña, el entorno cognitivo exige hoy wargames específicos, protocolos interagenciales, actualizaciones en los manuales de operaciones conjuntas y una revisión de los marcos de reglas de enfrentamiento (ROE). La OTAN y algunas fuerzas del Indo-Pacífico han comenzado a incluir este tipo de escenarios en ejercicios multinacionales recientes (NATO ACT, 2024).

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Este abordaje tripartito permitirÔ pasar de una posición reactiva a una postura anticipatoria y disuasiva en el dominio cognitivo, con capacidades genuinas de respuesta, resiliencia y adaptación en entornos informativos altamente volÔtiles.


Reflexión final

La guerra cognitiva de precisión marca un punto de inflexión en la forma en que concebimos el conflicto. A diferencia de los enfrentamientos tradicionales, su lógica se despliega en el plano perceptual, emocional y simbólico. No busca la destrucción física del adversario, sino la erosión de su capacidad de comprender, decidir y actuar.

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En este sentido, se consolida como una amenaza difusa pero profunda, capaz de desestabilizar instituciones, manipular poblaciones y alterar equilibrios estratƩgicos sin disparar un solo proyectil.

Representación simbólica CW. Escuela Superior de Guerra Conjunta de las Fuerzas Armadas (ESGCFFAA), 2016. 
Representación simbólica CW. Escuela Superior de Guerra Conjunta de las Fuerzas Armadas (ESGCFFAA), 2016. 

Este fenómeno impone una revisión integral de nuestras doctrinas de defensa. Resulta indispensable avanzar en la integración del dominio cognitivo dentro del planeamiento operacional, generar capacidades específicas de monitoreo y contrainteligencia, y formar cuadros con competencias en narrativa, conducta y tecnología. La negación o subestimación de esta forma de guerra no es una opción: la ventaja estarÔ del lado de quienes primero comprendan su lógica, y luego desarrollen las herramientas para resistirla o ejercerla con responsabilidad estratégica.


Referencias:

Allied Command Transformation – NATO. (2023). Cognitive Warfare: Strengthening and Defending the Mind. https://www.act.nato.int/activities/cognitive-warfare/


NATO Innovation Hub & Ɖcole Nationale SupĆ©rieure de Cognitique (ENSC). (2022).Ā Cognitive Warfare Symposium – ENSC – March 2022 Publication. https://innovationhub-act.org/wp-content/uploads/2023/12/Cognitive-Warfare-Symposium-ENSC-March-2022-Publication.pdf


Allied Command Transformation – NATO. (2023). Why Cognitive Superiority is an Imperative. https://www.act.nato.int/article/why-cognitive-superiority-is-an-imperative/


East StratCom Task Force. (s.f.). EUvsDisinfo. Servicio Europeo de Acción Exterior. https://euvsdisinfo.eu/


Allied Command Transformation – NATO. (2024). Key Takeaways from the 2024 NATO Communicators Conference. https://www.act.nato.int/article/ncc-2024/


Pascual, M. G. (2024, 17 de abril). Lavender, la inteligencia artificial de Israel que decide a quiƩn se bombardea en Gaza. El Paƭs. https://elpais.com/tecnologia/2024-04-17/lavender-la-inteligencia-artificial-de-israel-que-decide-a-quien-se-bombardea-en-gaza.htmlEl Paƭs


Bergengruen, V. (2024, abril 5). AI is already reshaping war in Gaza and Ukraine. TIME. https://time.com/7202584/gaza-ukraine-ai-warfare/


Blackbird.AI. (2021, noviembre 12). Cognitive Warfare: Breaking Down Disinformation. https://blackbird.ai/blog/cognitive-warfare-breaking-down-disinformation/


ESGCFFAA – Escuela Superior de Guerra Conjunta de las Fuerzas Armadas. (2016). El campo de batalla del conocimiento. Revista ESGCFFAA, AƱo 2, N° 2. https://www.esgcffaa.edu.ar/pdf/ESGCFFAA-2016_pdf-154.pdf


Blackbird.AI. (2024, enero 15). Cognitive Hacking: The New Social Engineering Threat. https://blackbird.ai/blog/cognitive-hacking-the-new-social-engineering-threat/


Blackbird.AI. (2024, febrero 20). Inside the Phoenix Challenge and the Future of Narrative Warfare. https://blackbird.ai/blog/phoenix-challenge-2025/


Blackbird.AI. (2024, marzo 10). Foreign Influence Operations Evolve as Narrative Attacks Grow More Sophisticated. https://blackbird.ai/blog/foreign-influence-operations-evolve-as-narrative-attacks-grow-more-sophisticated/


Blackbird.AI. (2024, abril 5). Deepfakes, Bots, and Manipulated Media: The Top Narrative Attacks of 2024. https://blackbird.ai/blog/narrative-attacks-2024-deepfakes-bots-manipulated-media/


Derleth, J. W. (2020). The Russian ā€œNew Generation Warfareā€ and the Need for a Renewed U.S. Strategic Paradigm. Military Review. https://www.armyupress.army.mil/Journals/Military-Review/English-Edition-Archives/September-October-2020/Derleth-New-Generation-War/


Financial Times. (2024, abril 5). Future of AI on the Battlefield [Podcast]. https://www.ft.com/content/802864cb-a680-48ea-837b-32cb31ad09e4


McKernan, B., & Davies, H. (2024, abril 3). ā€˜The machine did it coldly’: Israel used AI to identify 37,000 Hamas targets. The Guardian. https://www.theguardian.com/world/2024/apr/03/israel-gaza-ai-database-hamas-airstrikes


Shrimpton, T. (2023). Chinese Military Researchers Debut ā€œPrecision Strikeā€ Concept for Cognitive Domain Operations. Foreign Military Studies Office (FMSO). https://fmso.tradoc.army.mil/2023/chinese-military-researchers-debut-precision-strike-concept-for-cognitive-domain-operations/

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Centro de Estudios de Política Internacional - UBA

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