Análisis de: Flor del desierto (Sherry Hormann, 2009)
Por Macarena Sandoval García, miembro del Observatorio de Mujeres y Diversidades: política, paz y desarrollo
Fuente: Mezquita de Mujeres
La película Flor del desierto (2009) permite reflexionar sobre los discursos eurocentristas y coloniales presentes en las instituciones occidentales. Su importancia radica en el grado de influencia de las producciones culturales masivas en los imaginarios geopolíticos que circulan en la sociedad civil, y específicamente acerca de las minorías étnicas, culturales, sexuales, y en relación a la cuestión de la igualdad de género. Se deben tener en cuenta ambos ejes dado que los esfuerzos de la comunidad internacional se han orientado a disminuir estas brechas de desigualdad en las últimas décadas.
La pieza está basada en el libro homónimo autobiográfico de Waris Dirie, modelo somalí, activista en la lucha contra la mutilación genital femenina (MGF) y embajadora especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde 1997 hasta el año 2003. Es preciso dar cuenta de cómo se aborda la historia de Dirie desde las lógicas de producción occidentales. La cuestión principal no es abordar la historia de vida de la protagonista, sino la narrativa occidental que se apropia de dicha historia.
En el film se puede verificar que la narrativa colabora en la creación de un imaginario geopolítico eurocentrista de acuerdo al cual ‘las mujeres’ encuentran su libertad en el capitalismo occidental. En torno a la problemática central, siendo que la protagonista es víctima de mutilación genital femenina en su país de origen, Somalia, la opresión de género se coloca exclusivamente de un lado específico del globo, es decir, es exclusivamente geográfica y cultural. A nivel macro, se puede afirmar que se omiten cuestiones como la desigualdad económica entre regiones y el racismo, siendo que la migración africana es síntoma del modelo de desarrollo occidental que se articula a través de las políticas internacionales. Por otro lado, la narrativa recae también en una lógica individualista que deja de lado los aspectos estructurales que retroalimentan la desigualdad de género.
NARRATIVAS EUROCÉNTRICAS
La premisa central es la de una joven somalí que escapa de su país para evitar un matrimonio arreglado, y unos años después de su llegada a Londres, es descubierta por un famoso fotógrafo. Su carrera meteórica como modelo le abrirá paso en el mundo occidental hasta lograr un marcado protagonismo, cuya visibilidad le permitirá ser la voz de otras mujeres víctimas de mutilación genital femenina y crear conciencia en la comunidad internacional al respecto.
El mundo europeo es representado en la película a través de sus personajes y de lo que pretende ser una ilustración de la industria del modelaje. Respecto a los personajes, se pueden mencionar a la amiga y confidente de Waris Dirie, a su agente de modelaje, al conserje del hostel donde se hospeda, y al fotógrafo que la descubre. A través de las situaciones que los enmarcan narrativamente y sus atributos centrales, son construidos como inocentes e histriónicos, ofreciendo una imagen infantilizada de occidente. A diferencia de esto, el continente africano es representado como cruel y salvaje. Esto se evidencia principalmente en la escena en la cual se muestra cómo Waris Dirie fue mutilada a los cinco años de edad; en contraste, en Londres ella “descubre” su sensualidad modelando ante las cámaras y explora su “libertad” sexual y romántica de manera inocente.
Parece imposible obviar el hecho de que Waris Dirie logra visibilidad en occidente debido a que cumple con ciertos patrones de belleza. Como explica la reportera Sura Wood (2010),
Yes, Dirie came a long way from being sold off in Somalia but, even in the upper echelons of the modeling profession, her body was her passport to a future. Rather than examine those troubling implications or what might have become of her if she hadn’t been beautiful, the film opts for uplift, driven home by Martin Todsharow’s soaring, sometimes overbearing score. [Si, Dirie ha recorrido un largo camino desde que fue vendida en Somalia pero, incluso en la cima de la profesión de modelaje, su cuerpo fue su pasaporte hacia un futuro. En vez de indagar esas problemáticas implicaciones o lo que podría haber sido de ella si no hubiera sido hermosa, el film opta por el enaltecimiento, impulsado por un soundtrack ruidoso y a veces dominante compuesto por Martin Todsharow].
Además de su activismo contra la mutilación genital femenina, Waris Dirie también contribuyó a la superación del racismo estructural en la industria del modelaje, un tema que no se aborda en la película.
Así, las narrativas occidentales terminan por reproducir una lógica colonialista en los medios masivos, olvidando que la cuestión de género es estructural al origen étnico y a la economía capitalista. Al igual que los museos, el cine occidental conforma una “vitrina colonial”. El cineasta y doctor en estudios del cine africano, Matthias De Groof (2019), indica que:
«África» es un objeto de estudio, mientras que la idea de la representatividad y el deseo de ser una ventana hacia un continente son los principios epistemológicos básicos de la lógica imperialista. La escenografía da continuidad a la «cosificación» y a la «domesticación», dos principios básicos del colonialismo, en la forma en que se muestran máscaras detrás de vitrinas y animales embalsamados.
CAUSAS Y CONDICIONAMIENTOS ESTRUCTURALES
En la película se aborda la mutilación genital femenina como una cuestión cultural, a la vez que se mencionan los aspectos materiales/económicos de esta práctica. La MGF no solo es una cuestión de honor para las familias per se, sino que esto se debe a que es condición para que la niña de la familia pueda casarse. Así, se permite la reproducción material y cultural de la sociedad, siendo que en muchos casos la ‘profesión’ de estas mujeres termina por ser el de “extirpadoras”/mutiladoras, percibiendo un ingreso monetario por esta actividad y rol en la sociedad.
No obstante, hay otros aspectos estructurales a la opresión de género que son dejados de lado en el film: la reproducción del orden material en torno a la cosificación de la mujer y el rol central del placer sexual masculino como aspecto fundamental del éxito y/o de la aceptación social son ejes transversales a la MGF que también podrían ser analizados en occidente. Aun así, la explotación de la mujer por el mercado no es abordada en la película, y el hecho de que Waris Dirie tuvo que casarse por cuestiones legales y administrativas para poder viajar al extranjero y poder construir su carrera, es abordado anecdóticamente.
Las narrativas neoliberales e individualistas presentes en la opresión sexual y de género no son exclusivas del mundo occidental. La doctora Isha Daramy señala el gran riesgo que implica este tipo de discurso según el cual las mujeres “eligen” a “libre voluntad”, y cómo está siendo aplicado a la mutilación genital femenina: “(...) Now they've started calling it female cutting, and now they're going to say age of consent. [ “(...) Ahora han comenzado a llamarlo escisión femenina, y ahora van a decir edad de consentimiento.”] (Stanford University, s. f., 08:37-08:46).
REVICTIMIZACIÓN
Es solamente hacia el final del film que la protagonista logra apropiarse de la narrativa de su historia de vida, cuando le dice a una entrevistadora que no quiere hablar de la “fabulosa” historia de la cual occidente la había hecho cara y cuerpo. Así, Waris Dirie decidió dejar de lado la narrativa Del desierto africano a ser una modelo adorada por todos, para hablar del día en que realmente cambió su vida: cuando la mutilaron. Fue a partir de la publicación de esta entrevista que el exsecretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, la nombró embajadora especial en la lucha contra esa práctica.
No fue sino hasta que Waris Dirie se erigió como activista que la lucha contra la MGF comenzó a ocupar un rol central en la agenda mundial. La condición para prestar atención a una problemática de suma gravedad que padecen las mujeres africanas, fue que Waris Dirie fuese revictimizada. De una forma u otra, se vio obligada a exponer su padecimiento ante los medios masivos y la comunidad internacional, es decir, las instituciones occidentales fomentaron que una víctima reviviera una experiencia traumática. De haber dependido de la iniciativa de los Estados miembro, la lucha contra la MGF no hubiese tenido visibilidad. Por ello es importante no abordar su decisión como algo puramente individual, sino dar cuenta de las lógicas estructurales de revictimización de la cultura occidental.
POSCOLONIALISMO EN OCCIDENTE
Al igual que la narrativa eurocéntrica del film, como sugiere Galindo Rodríguez (2013),
La disciplina de las Relaciones Internacionales tiene un marcado carácter occidental — europeo y norteamericano fundamentalmente— tanto en el desarrollo de las agendas de investigación como en las categorías, los debates y las teorías predominantes, condiciones que evidentemente responden al “nexo históricamente estrecho entre el poder (británico, europeo y estadounidense) y la producción de conocimientos. (p. 3).
Al día de hoy, tanto en el campo académico como en la comunidad internacional se han logrado diversos avances al respecto, priorizando la cooperación entre ambos sectores. A diferencia de la narrativa de la película, se han priorizado las investigaciones con métodos de recolección que apuntan a evitar la revictimización y la interpretación sesgada por parte de occidente. Ejemplo de esto es la app Sensemaker mencionada por la doctora Susan Bartels, médica e investigadora en salud pública mundial, en el encuentro con el CEPI en el ciclo de diálogos sobre la prevención para el abuso y explotación sexual (SEA) en misiones de paz. “La importancia de este método de recolección de información reside en que es un método no-dirigido que no incluye preguntas directas; es decir, permite total libertad a las y los encuestados para que introduzcan ellos mismos su experiencia o la de otras mujeres, tanto positivas como negativas, ya que en ningún momento se pregunta puntualmente por casos de SEA. “Esto permite no sólo dar a conocer las experiencias propias de las víctimas y de la población local en general, sino también, evitar las interpretaciones sesgadas por parte de la academia y de Naciones Unidas.” (Sanviti et al, 2021, p. 4),
Waris Dirie continúa su activismo contra la MGF en la Fundación Flor del Desierto, creada en el año 2002. Focalizando en el apoyo a víctimas y reparaciones, los esfuerzos de la fundación también se orientan a la educación y el acceso a la información para generar concientización.
Notas:
“La mutilación genital femenina (MGF) es una práctica que implica la alteración o lesión de los genitales femeninos por motivos no médicos y que internacionalmente es reconocida como una violación grave de los derechos humanos, la salud y la integridad de las mujeres y las niñas. Puede causar complicaciones de salud a corto y largo plazo, incluido dolor crónico, infecciones, sangrados, mayor riesgo de transmisión del VIH, ansiedad y depresión, complicaciones durante el parto, infecundidad y, en el peor de los casos, la muerte. Esta práctica se concentra en cerca de 30 países de África y de Oriente Medio y Asia meridional, así como algunos países asiáticos (India, Indonesia, Iraq y Paquistán) y algunas pequeñas comunidades de Latinoamérica. Asimismo, persiste en las poblaciones emigrantes que viven en Europa Occidental, en Norte América, Australia y Nueva Zelanda.” («Las Naciones Unidas prohíbe la mutilación genital femenina», 2012).
Cuando hacen declaraciones en las que le recriminan a Waris no hablar inglés, o le señalan que hay que maquillarle las cicatrices de los pies que obtuvo al escapar de Somalia caminando por el desierto, estos lo dicen en un tono humorístico.
Lo que parece la representación de un abuso por parte del fotógrafo, quien le exige que se desnude en una sesión como “condición para triunfar”, termina por ser una escena en la que se muestra a la protagonista extremadamente feliz y realizada ante la cámara, y tan “liberada” que termina por fantasear que besa a un chico que conoció en una discoteca.
Like all other harmful traditional practices, FGM is performed by women, with a few exceptions (in Egypt, men are known to perform the operation). In most rural settings throughout Africa, the operation is accompanied with celebrations and often takes place away from the community at a special hidden place. The operation is carried out by women (excisors) who have acquired their "skills" from their mothers or other female relatives; they are often also the community's traditional birth attendants. The type of operation to be performed is decided by the girl's mother or grandmother beforehand and payment is made to the excisor before, during and after the operation, to ensure the best service. This payment, partly in kind and partly in cash, is a vital source of livelihood for the excisors. [Como todas las demás prácticas tradicionales nocivas, la mutilación genital femenina es realizada por mujeres, con algunas excepciones (en Egipto, se sabe que los hombres realizan la operación). En la mayoría de los entornos rurales de África, la operación va acompañada de celebraciones y, a menudo, se lleva a cabo fuera de la comunidad en un lugar especial escondido. La operación es realizada por mujeres (extirpadoras) que han adquirido sus "habilidades" de sus madres u otras parientes femeninas; a menudo también son las parteras tradicionales de la comunidad. El tipo de operación a realizar lo decide la madre o la abuela de la niña de antemano y el pago se realiza a la extirpadora antes, durante y después de la operación, para garantizar el mejor servicio. Este pago, en parte en especie y en parte en efectivo, es una fuente vital de sustento para las extirpadoras] (Office of the High Commissioner for Human Rights [OHCHR], 2007, p.5).
De hecho, el único acto de violencia en occidente representado como tal es la violencia de género que ejerce su falso marido, quien se frustra y enoja por no poder tener relaciones sexuales con ella, precio que él consideraba que debía pagar por el “favor” que le hacía para que no la deportaran a África. Es preciso mencionar que el falso marido era conserje; en contraste, como se mencionó anteriormente, el abuso por parte del famoso fotógrafo no fue representado como tal. Por otro lado, la escena en la que se la muestra triunfando en las pasarelas de Nueva York incluye un plano detalle en el que le están cosiendo un vestido sobre el cuerpo, seguido de otro plano en el que ponen algodón en el par de tacos que luego le colocan en los pies. Siendo que previamente se mencionaron los puntos apretados y dolorosos que tiene la protagonista en la vagina, como también se mostraron sus pies ensangrentados cuando era una niña escapando descalza por el desierto, dichas escenas en la fashion week resultan, por demás, burdas.
“Although Dirie paved the way for many other models of colour, the fashion industry wasn’t where she wanted to stay. As soon as she’d built up a big enough platform, she started campaigning against female genital mutilation – something she had undergone at the age of five” [“Aunque Dirie allanó el camino para muchxs otrxs modelos de color, la industria de la moda no era donde quería quedarse. Tan pronto construyó una plataforma lo suficientemente grande, comenzó a hacer campaña contra la mutilación genital femenina, algo que había sufrido a la edad de cinco años”] («Waris Dirie is one of “5 groundbreaking models of colour who helped change the face of fashion», 2018).
A pesar de la gran importancia que esto reviste, en la película se decide superponer su gran discurso ante la comunidad internacional con el hecho de que el chico que le gusta va a buscarla a Naciones Unidas.
Bibliografía
Desert Flower Foundation. (12 de septiembre de 2018). Waris Dirie is one of “5 groundbreaking models of colour who helped change the face of fashion. Recuperado de: https://www.desertflowerfoundation.org/en/news-detail/waris-dirie-is-one-of-5-groundbreaking-models-of-colour-who-helped-change-the-face-of-fashion.html
Galindo Rodríguez, F. (2013). Enfoques postcoloniales en Relaciones Internacionales: un breve recorrido por sus debates y sus desarrollos teóricos. Grupo de Estudios de Relaciones Internacionales (GERI) – UAM. Relaciones Internacionales, volumen 22. 85-105.
Lança, M. (29 de octubre de 2019). Agora sabemos que o colonialismo esta vivo e esperneia. A renovação do Africa Museum no filme de Matthias De Groof [Matthias De Groof: “Ahora sabemos que el colonialismo está vivo y patalea”] (Alejandro de los Santos). Afroscreen. Recuperado de https://www.afribuku.com/matthias-de-groof-colonialismo-museo-tervuren/
Office of the High Commissioner for Human Rights [OHCHR]. (2007). Fact Sheet No.23, Harmful Traditional Practices Affecting the Health of Women and Children, p.5. Recuperado de: https://www.corteidh.or.cr/tablas/11949.pdf
ONU Mujeres. (20 de diciembre de 2012). Las Naciones Unidas prohíbe la mutilación genital femenina. Recuperado de: https://www.unwomen.org/es/news/stories/2012/12/united-nations-bans-female-genital-mutilation
Sanviti, D., Velasco Palo, L., Fainstein A., Torres, C., Sandoval García, M., Micha, L. (2021). Ciclo diálogos en profundidad: prevención para el abuso sexual y explotación en misiones de paz. Observatorio de Mujeres y Diversidades: política, paz y desarrollo. Centro de Estudios de Política Internacional. Universidad de Buenos Aires. Recuperado de: https://www.cepiuba.com/investigacionescepi/9b83ad89-3c94-4111-8f33-6d7aed403c9c
Stanford University. (s. f.). Isha Daramy on FGM in Sierra Leone [Video]. Coursera. Recuperado de: https://www.coursera.org/lecture/womens-health-human-rights/isha-daramy-on-fgm-in-sierra-leone-RAzIx
Wood, S. (18 de octubre de 2010). Desert Flower - Film Review. Recuperado de https://www.hollywoodreporter.com/movies/movie-reviews/desert-flower-film-review-31164/.
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