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El Básquet como herramienta de inclusión y prevención

Por Tomás A. Seré miembro del Observatorio de Asuntos Humanitarios


El deporte es mucho más que una actividad lúdica o una competencia; es también una herramienta para transformar sociedades, igualar y prevenir caminos trágicos. Las iniciativas de básquet en contextos vulnerables Mudando O Placar y Proyecto En JueGo dan cuenta de esa fuerza de cambio.


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Tal como se citó en el anterior artículo de la temática, el uso del deporte como herramienta para la transformación social es una política promovida por diferentes organizaciones a nivel mundial, como el Comité Olímpico Internacional (COI), la FIFA y la ONU. A ello se refiere la estrategia conjunta denominada “Deporte para el Desarrollo y la Paz” (SDP, por sus siglas en inglés), que lentamente toma fuerza entre investigadores universitarios, ONGs, federaciones deportivas y el sector privado, bajo la premisa de utilizar el valor del deporte para abordar problemáticas de inclusión, educación y prevención de caminos trágicos.


Cabe destacar, no obstante, que la idea de emplear al deporte para promover la paz no es nueva. De hecho, hay que trasladarse a la Grecia Antigua y al siglo IV a.C. para remontarse a la tradición de la "Tregua Olímpica", o "Ekecheiria", destinada a detener temporalmente la guerra entre las ciudades-estado del Peloponeso durante la celebración de los antiguos Juegos Olímpicos. De esta manera, gracias al acuerdo entre los reyes, cesaba el conflicto para que espectadores, atletas, artistas y sus familias pudieran viajar a las competencias y regresar a sus lugares de origen con total seguridad (Comité Olímpico Internacional, 2009).  Bajo el mismo criterio, otro ejemplo del carácter conciliador del deporte es la famosa Tregua de la Navidad de 1914, durante la Primera Guerra Mundial, cuando las tropas combatientes alemanas e inglesas detuvieron el fuego para jugar un partido de fútbol (Cárdenas, 2013).



En busca de promover la inclusión social


Con este criterio, desde hace siglos el deporte se configura como un espacio que representa mucho más que los beneficios que puede traer la actividad física o la competencia. En ese sentido, son numerosos los casos en Argentina y en el mundo de iniciativas sociales que dejan en evidencia cómo la práctica deportiva en su conjunto puede ayudar a reducir las tensiones y desventajas al abrazar a grupos marginados. De hecho, el deporte no solo es un elemento esencial para reconstruir la autoconfianza y la autoestima en los individuos al ofrecer una vía alternativa, sino que también reduce una posible tendencia hacia caminos trágicos (IWG, 2008), como podrían ser la drogadicción o la violencia. 


En Argentina se evidencian diferentes ejemplos de organizaciones que utilizan al deporte como catalizador de paz, inclusión y desarrollo personal y profesional, tales como Espartanos, Capitanes de Barrio o Caciques. Sin embargo, a pesar de su notorio éxito, son todavía muy pocas las propuestas que cuentan con el deporte en su concepción integral como línea central. En busca de suplir ese déficit, y con el proyecto brasileño Mudando o Placar como modelo, hace un año comenzó en Buenos Aires la asociación Proyecto En JueGo que, entre sus distintos programas, trabaja en la implementación de clases de básquet en barrios carenciados.



Básquet para la transformación


En este marco, en el intento de aprovechar los valores y principios del básquet en términos de disciplina, respeto y compañerismo, en 2022 se fundó en Río de Janeiro la organización  Mudando o Placar. Su precursora, Layana De Souza, había sido seleccionada un año atrás por el Programa de Jóvenes Líderes del Comité Olímpico Internacional, que cada dos años financia a 25 representantes en el mundo para que lleven adelante su propio proyecto social deportivo en su comunidad. Pero la historia de Layana no comenzaba allí, ya que apenas regresaba de estudiar en Estados Unidos por una beca deportiva, tras haberse criado desde su nacimiento en Rocinha, la favela más grande de Brasil.

Su historia hoy es un enorme ejemplo para los más de 120 chicos/as que asisten semanalmente a las clases gratuitas de básquet que ofrece Mudando o Placar (“Transformando el resultado”, en español) en la Rocinha. Ella es un modelo no solo a la hora de tender puentes hacia grupos marginalizados y evitar trayectorias trágicas, sino también al exhibir que los valores del deporte en términos de esfuerzo y superación dan sus frutos. Layana misma lo dijo cuando, en junio de 2024, fue invitada como panelista al debate sobre “Prevención del Crimen en Jóvenes a través de Iniciativas Deportivas” que llevó adelante la Asamblea General de las Naciones Unidas. “Si queremos ver la transformación real, hay que llevar el deporte a todos los sectores de la sociedad. No es un trabajo que debe hacer solo el estado o los Ministerios de Deporte, nosotros también debemos ser parte”, expresó (De Souza, 2024).


En la misma senda, y también bajo el marco del Programa de Jóvenes Líderes del Comité Olímpico Internacional, actualmente Proyecto En JueGo replica en Buenos Aires los pasos que ya se dieron en Río de Janeiro. Con dos escuelitas de básquet, una en Fraga, Chacarita, y la otra en Moreno, Provincia de Buenos Aires, la visión de En JueGo es la misma: utilizar al deporte como un espacio de contención, socialización y desarrollo personal y profesional. De hecho, se busca en el básquet un instrumento para abrazar a los participantes, crear equipos y romper con la concepción pre-instalada de un único “camino trágico” a partir del desarrollo de nuevas capacidades y vínculos.



Conclusión

Nuevamente, el deporte da cuenta de su poder para generar impacto en las diversas comunidades y aportar su grano de arena para la transformación social. Evidentemente, es una enorme prioridad poner en la agenda los temas que trae consigo el campo de investigación del Deporte para el Desarrollo y la Paz, que hace años, y con numerosos ejemplos, da cuenta de su efectividad. 


Con este criterio, el artículo demuestra la fuerza de las organizaciones deportivas a la hora de prevenir el crimen y situaciones trágicas en contextos vulnerables a partir de ejemplos concretos de básquet como Mudando O Placar y Proyecto En JueGo. Con ello, se evidencia que la masividad no es el único instrumento de transformación y que, más allá de los grandes mensajes de paz o inclusión, el cambio también está en lo local. Porque el verdadero impacto, aquel del que habla Nelson Mandela al decir que el “deporte puede cambiar al mundo” (Mandela, 2000), se transmite de uno a uno; de persona a persona.



Bibliografía

Abrahamson, A. (2023, 6 de abril). Moving towards peace and solidarity through sport. Comité Olímpico Internacional. Recuperado de https://olympics.com/ioc/news/moving-towards-peace-and-solidarity-through-

sport


Cárdenas, A. (2013). Peace building through sport? An introduction to sport for development and peace. Journal of Conflictology, 4(1), 4.


De Souza, L. (2024, 16 de junio). ‘Youth Crime Prevention through Sports Initiatives’. Video. Instagram: https://www.instagram.com/p/C8TM2R4sGjh/?img_index=7



IWG, S. (2008). Harnessing the power of sport for development and peace: recommendations to governments. Toronto: Sport for Development and Peace International Working Group.


Mandela, N. (2000, 25 de mayo). Inaugural Laureus World Sports Awards. Montecarlo, Monaco. https://www.laureus.com/sport-for-good/about


 
 
 

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