Por Katherine Vasquez
Hace 250 años nacía en Londres David Ricardo, a quien se considera como uno de los padres de la teoría económica moderna.
A los 14 años abandonó la escuela y comenzó a trabajar en la Bolsa de Londres para la agencia de corretaje de su padre, y a sus 25 años ya era rico por sus inversiones en la bolsa, lo que le permitió dedicarse a sus trabajos intelectuales desde muy temprana edad.
A partir de 1799, dedicó gran parte de su tiempo al estudio de la economía, impulsado por la lectura de las obras de Adam Smith, donde comenzó a desarrollar su propio pensamiento, centrado inicialmente en cuestiones monetarias.
El elevado precio de los lingotes, una prueba de la depreciación de los billetes bancarios fue su primer escrito de teoría económica en el año 1809, donde defendía una unidad monetaria fuerte, cuyo valor dependía de algún metal precioso.
Luego en 1817 surgen los Principios de la economía política y tributación, donde expone teorías sobre la distribución de la riqueza a largo plazo.
En 1819 fue elegido parlamentario por el distrito electoral de Irlanda y actuó en la Cámara de los comunes hasta su muerte en 1823.
David Ricardo ha contribuido a la economía hasta los tiempos de hoy, ya que formó parte de primera escuela moderna económica que es de donde se obtienen las bases para crear el modelo económico capitalista. La obra por la que más se le reconoce es por la Teoría del Valor, donde trata de explicar cómo se determina el valor de un bien o servicio, en función de distintas variables como la escasez, el costo de producción entre otros. En el principio de las ventajas comparativas defendió de manera convincente la libertad de comercio exterior, sobre todo la importación de productos agrícolas, con el fin de mantener bajas las subsistencias y evitar la elevación de los salarios y disminución de las tasas de beneficios.
También cabe mencionar que desarrolló todo tipo de teorías económicas, de las cuales destacan la teoría cuantitativa del dinero, la teoría del valor, la teoría de la renta diferencial y la teoría de la ventaja comparativa, motivo por el cual es invocado por corrientes de pensamiento económico muy diferentes tales como el socialismo marxista (teoría del valor – trabajo), interpretaciones heterodoxas, como la de Henry George (basada en la ilegitimidad de la renta de la tierra), la de los socialistas ricardianos y la escuela neorricardiana fundada por Piero Sraffa.
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