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Qué podemos esperar de las elecciones de octubre en Bolivia

Por Alina Ribeiro, Colaboradora del Observatorio de Política Internacional

El próximo 18 de octubre, los bolivianos irán a las urnas para escoger su nuevo presidente. Después de años de inmersión en una crisis política, las decisiones hechas con ocasión de las elecciones serán decisivas para el futuro del país.

El país sudamericano Bolivia se prepara para realizar sus elecciones el próximo mes, el 18 de octubre. El país tiene más de treinta lenguas oficiales y está compuesto por más de 10 millones de habitantes, siendo ellos advenidos de una variada composición étnica formada por quechuas, aymaras, chiquitanos, guaraníes etc. Elegir un nuevo presidente en este país y sobretodo en el contexto actual no es una tarea fácil. La presente nota tiene como objetivo presentar al lector los hechos más emblemáticos de la política boliviana desde 2005 y apuntar algunas prospecciones acerca de las elecciones de octubre.

Los últimos años en la política boliviana

En el año de 2005, Evo Morales venció las elecciones bolivianas con 54% de los votos y se tornó el nuevo presidente del país. Morales representaba los movimientos indígenas y sociales. Algunos años después, en 2009, promulgó por medio de una Constituyente una nueva constitución del país en la cual se cambiaba la forma del Estado. En este momento, Bolivia se tornó un Estado Plurinacional

La Constituyente realizada en 2009 estableció un Estado Plurinacional en Bolivia en detrimento de la república. En términos generales, esa nueva forma de Estado busca nuevas formas de democracia participativa y ciudadanía activa, mayor valorización de la población indígena y una postura contra-hegemónica. Reconoce los diferentes grupos sociales que viven en el territorio y rechaza el “Estado colonial, republicano y neoliberal”. Promulgada el 7 de febrero, la actual Constitución Política del Estado boliviano fue un resultado de movimientos sociales, obreros y originarios que buscaban más autonomía.

Además de la formación de la Constitución de 2009 y de la representatividad a los pueblos originarios y subalternos, el gobierno de Morales representó también algunos puntos negativos sobre todo desde 2016, año en el cual empezó una “crisis profunda” en Bolivia. En este mismo año, el entonces presidente convocó a un referéndum para eliminar el límite de los mandatos presidenciales establecidos en la constitución. En esa ocasión, Morales sufrió su primera derrota: 51,3% de los bolivianos votaron en contra.

Después de la pérdida, el expresidente pidió el derecho de reelección al Tribunal Constitucional y al Tribunal Supremo Electoral de Bolivia y en el 2017 ambas las instituciones le permitieron participar de las elecciones. Es importante decir que los dos tribunales estaban formados mayoritariamente por miembros leales al gobierno de Morales.

Las elecciones que sucedieron la decisión de los tribunales fueron acusadas de fraude y corrupción dado el facto de que hubo un salto anormal de votos para Morales (47,1%). Manifestaciones fueron realizadas y la violencia estuvo presente en muchas de ellas [1], con conflictos entre personas pró-Morales y personas de la oposición haciendo ataques a los tribunales electorales regionales. Las sospechas de fraude en las elecciones se tornaron aún mayores cuando Antonio Costa, el vicepresidente del tribunal electoral boliviano, renunció.

La Organización de los Estados Americanos (OEA) elevó un informe en el cual concluyó que fue estadísticamente improbable que Morales tuviera obtenido el resultado que las elecciones apuntaban. Eso causó un aumento de tensiones y mayores pedidos de renuncia para el presidente. Aceptando la auditoría de OEA, Morales anunció que convocaría nuevas elecciones. La decisión no fue aceptada por el elite, los militares y la oposición. Las presiones se intensificaron.

El 2019, a las 16h51 de La Paz, diez años después de la supra citada constituyente, Evo Morales renunció a su puesto de presidente después de una fuerte presión de los militares. El comandante de las Fuerzas Armadas del país le pidió eso públicamente. Para algunos especialistas, este tipo de declaración tiene también una amenaza implícita de violencia. Morales calificó su destitución como un golpe de Estado y aceptó el asilo ofrecido por México aunque tiempos después se fue a Argentina, donde se encuentra en este momento.

El 12 de noviembre del mismo año, Jeanine Áñez, la entonces segunda vice-presidente del Senado, se autoproclamó jefe de Estado con una biblia en la mano, en medio de un Congreso vacío. La nueva presidente, en la misma ocasión, prometió convocar nuevas elecciones lo más pronto posible. Sus primeras acciones oficiales fueron controlar las protestas de apoyadores de Morales (hubieron 30 muertos en los enfrentamientos) y tomar algunas medidas en favor de los empresarios del este boliviano.

Áñez representaba una unión de diversos partidos de la centro-derecha boliviana y mostró una gran esperanza del “voto del cambio”, pero la pandemia del coronavirus cambió la situación y la presidente tuvo que administrar con máxima urgencia, por ocho meses, un país ineficiente, desorganizado y sin un sistema estructurado de salud.

Hubo algunos escándalos de corrupción que se tornaron conocidos a lo largo de su gestión, sobretodo uno que apuntaba una compra sobrefacturada de 170 respiradores españoles por el Ministerio de la Salud. En términos generales, la gestión de Áñez por la ocasión de la crisis del coronavirus fue una “piedra en el zapato” para sus objetivos políticos. El índice de desaprobación de las medidas adoptadas por el gobierno a lo largo de la pandemia es de 59,8%.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) afirmó que la contracción de la actividad económica de la región latinoamericana se profundizará por la pandemia. En promedio, caerá 9,1% en 2020. Bolivia tendrá una disminución de su PIB de -5,2%. En un informe lanzado en este año, la comisión apunta también que los niveles de pobreza extrema en el país crecieron de 14,3% en 2019 para 16,8% en 2020.

Las elecciones de octubre de 2020

El 12 de agosto de 2020, el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia lanzó un pronunciamiento en el cual afirmaba que las elecciones en Bolivia tenían fecha “definitiva, inamovible e impostergable”: el 18 de octubre. La decisión fue promulgada por la presidenta Jeanine Áñez.

El 18 de septiembre de ese mismo año, la entonces presidenta desistió de las elecciones y pidió al pueblo boliviano que se unan para no dejar a Evo Morales volver al puesto de presidente. Eso pasó después de una pesquisa reciente que indicaba que Áñez quedaría en el cuarto lugar en los resultados de las elecciones. En suma, la presidente interina salió de la búsqueda por la presidencia para que “el voto no sea dividido entre los candidatos y el partido de Evo gane las elecciones”.

La parte de la élite política que no apoyaba a Morales quiere también alijar su legado de la presidencia del país. Buscan, por ejemplo, retornar a la “república” y abandonar el Estado Plurinacional creado por la Constitución de 2009, acercarse de Estados Unidos y alejarse de países como Cuba e Irán, crear una burocracia más técnica etc. Esa élite tiene el respaldo de las Fuerzas Armadas y de la policía.

En el contexto actual, son tres los candidatos presidenciales que son tildados como los favoritos para llegar al Palacio Quemado (casa de Gobierno): Luis Arce, del Movimiento al Socialismo (el MAS, mismo partido de Evo Morales); Carlos Mesa, de la Comunidad Ciudadana (CC) y expresidente de Bolivia entre los años 2003 y 2005; y Luis Fernando Camacho, o “Macho”, de la alianza política Creemos, un ultra-conservador.

Luis Arce, candidato presentado por el MAS, fue ministro de Hacienda (2006) y Economía y Finanzas Públicas (2009) de Morales. Es conocido por hacer parte del “milagro económico” de Bolivia y considerado uno de los líderes del crecimiento del país, cuando se redujo casi la mitad de la pobreza extrema. El MAS tiene su principal sustento proveniente de los sectores indígenas, rurales y populares urbanos y busca alcanzar la clase media. Es probable que por eso MAS puso Arce y no un candidato indígena.

Carlos Mesa fue presidente de Bolivia por un año y siete meses, entre octubre de 2003 y mayo de 2005, antes de renunciar al cargo por cuenta de las protestas sociales y rivalidades con todos los partidos políticos del momento. No logró apoyos del Congreso y no pudo nacionalizar las empresas de gas. Los representantes del gobierno de Evo Morales siempre hicieron críticas al gobierno de Mesa, afirmando que este fue el último presidente neoliberal en la historia del país.

Luis Fernando Camacho es un líder cívico que encabezó las protestas contra Morales y frecuentemente recurre a Dios y a la biblia para justificar sus afirmaciones. Tiene una línea de pensamiento considerada ultra conservadora y reaccionaria (muy similar a la del presidente brasileño Jair Bolsonaro). Para Camacho, la llegada de Morales a la presidencia de Bolivia sacó a Dios del gobierno y afirma vehementemente que hay que devolver la Biblia al Palacio de Gobierno. Organizaciones sociales y feministas lo han titulado de misógino y racista.

De acuerdo con una encuesta realizada el julio de este año por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), Luis Arce es el primero colocado en las preferencias con un total de 41,9% de intención de voto. Carlos Mesa es el segundo con 26,8%. En el momento en lo cual la encuesta fue hecha, Áñez aún no había desistido de las elecciones y estaba en tercer lugar, con 13,3% de apoyo.

U artículo de El País Brasil, en la cual el especialista Julio Córdova habla acerca de las prospecciones de las elecciones bolivianas, apunta que hay tres grupos de personas aislados. El primero es el grupo de las clases bajas urbanas y rurales, que van a votar en Arce, candidato por MAS - aún mismo que algunos individuos de ese grupo piensen en votar nulo, una de las estrategias del MAS es recuperar su confianza. El segundo grupo es el de la “clase media moderada”, en la cual las personas van a votar en Mesa o están indecisas. El tercer grupo, en el cual se ubica la “clase media muy conservadora y regionalista”, va a votar en el ultraconservador Luis Fernando Camancho. En este último grupo, el porcentaje de indecisos es menor.

“Las normas electorales en Bolivia declaran ganador en primera vuelta al candidato que logre el 50% más uno de los sufragios u obtenga el 40% de los votos con un margen de diferencia de 10 puntos porcentuales frente al segundo” [2].

Es importante tener en mente el facto de que las elecciones bolivianas, por la situación del coronavirus, van a ser realizadas mayoritariamente de manera on-line, y no personalmente. Los candidatos tendrán que esforzarse para conquistar su público dado que ahora el contacto con el pueblo boliviano no podrá ser físico y visual. Otro fenómeno que es importante y decisivo en el proceso electoral, sobre todo en los últimos años, son los casos de diseminación de las fake news, muy desarrolladas sobre internet. Desde el 6 de septiembre los candidatos empezaron a hacer sus propagandas políticas vía Facebook y Twitter.

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[1] Hubieron muertos, el aumento del racismo para con los pueblos indigenas y casos de tortura y humilación incluso con la prefecta Patricia Arce, que fue insultada, cobierta con tinta roja, llevada por las calles y tuvo su pello cortado a la fuerza. Para más informaciones acerca de estos factos, acceder a: https://theintercept.com/2019/11/12/golpe-bolivia-caminho-ultraconservadorismo/

[2] AGENCIA ANADOLU (2020). ¿Cuál es el panorama para las elecciones generales en Bolivia? (https://www.aa.com.tr/es/mundo/-cu%C3%A1l-es-el-panorama-para-las-elecciones-generales-en-bolivia-/1962537)

Bibliografía de referencia

BBC (2019). Elecciones en Bolivia: quién es Carlos Mesa, el expresidente y periodista que se perfila para ir a segunda vuelta frente a Evo Morales (https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-49858298)

BBC (2019). ¿Hubo un golpe de Estado en Bolivia? BBC Mundo consultó a 6 expertos. (https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-50375002)

CENTRO ESTRATÉGICO LATINOAMERICANO DE GEOPOLÍTICA - CELAG (2020). Encuesta Bolivia, julio 2020. (https://www.celag.org/encuesta-bolivia-julio-2020/)

CLARÍN (2020) Quién és Fernando Camacho, personaje-clave en la caida de Evo Morales en Bolivia (https://www.clarin.com/mundo/luis-fernando-camacho-personaje-clave-caida-evo-morales-bolivia_0_3mNSR4BW.html)

COMISIÓN ECONÓMICA PARA AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE - CEPAL (2020). Contracción de la actividad económica de la región se profundiza a causa de la pandemia: caerá -9,1% en 2020 (https://www.cepal.org/es/comunicados/contraccion-la-actividad-economica-la-region-se-profundiza-causa-la-pandemia-caera-91)

COMISIÓN ECONÓMICA PARA AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE - CEPAL (2020). Enfrentar los efectos cada vez mayores del COVID-19 para una reactivación con igualdad: nuevas proyecciones (https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/45782/4/S2000471_es.pdf)

DEUTSCHE WELLE (2020). Bolivia ya tiene fecha “definitiva, inamovible e impostergable” para elecciones. (https://www.dw.com/es/bolivia-ya-tiene-fecha-definitiva-inamovible-e-impostergable-para-elecciones/a-54563232)

DEUTSCHE WELLE (2020). Arranca en Bolivia inédita campaña electoral de perfil digital. (https://www.dw.com/es/arranca-en-bolivia-in%C3%A9dita-campa%C3%B1a-electoral-de-perfil-digital/a-54835516)

DUNA (2020). Quién es Luis Arce?: El heredero de Evo Morales en las elecciones en Bolivia (https://www.duna.cl/noticias/2020/01/20/quien-es-luis-arce-el-heredero-de-evo-morales-en-las-elecciones-en-bolivia/)

EL PAÍS BRASIL (2020). Eleições na Bolívia têm reviravolta com desistência da presidenta por unidade contra o partido de Evo. (https://brasil.elpais.com/internacional/2020-09-18/eleicoes-na-bolivia-tem-reviravolta-com-desistencia-da-presidenta-por-unidade-contra-o-partido-de-evo.html)

EL PAÍS BRASIL (2020). Líder nas pesquisas, partido de Evo Morales tem chances de ganhar eleições na Bolívia no primeiro turno. (https://brasil.elpais.com/internacional/2020-09-20/partido-de-evo-morales-aspira-a-voltar-ao-poder-em-eleicoes-agitadas-na-bolivia.html)

INFOBAE (2020). Quiénes son los ocho candidatos que se postularon a la presidencia de Bolivia. (https://www.infobae.com/america/america-latina/2020/02/04/quienes-son-los-ocho-candidatos-que-se-postularon-a-la-presidencia-de-bolivia/)

SALVADOR SCHAVELZON (2012). El nacimiento del Estado Plurinacional de Bolivia: Etnografía de una Asamblea Constituyente.

THE INTERCEPT BRASIL (2019). Como o golpe na Bolívia abriu caminho para um oportunista de extrema direita (https://theintercept.com/2019/11/12/golpe-bolivia-caminho-ultraconservadorismo/)

THE NEW YORK TIMES (2019). La crisis en Bolivia ilustra la difusa línea entre golpe de Estado y revuelta. (https://www.nytimes.com/es/2019/11/15/espanol/america-latina/bolivia-golpe-de-estado.html)

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