La frontera como dispositivo de control: claves migratorias del “One Big Beautiful Bill”
- UBA Centro de Estudios de Política Internacional
- 1 ago
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Por Iñaki Reche, Periodista (Tea & Deportea). Licenciado en Ciencia Política (Saginaw Valley State University) y Relaciones Internacionales (UADE). Colaborador del Observatorio de Defensa y Seguridad Internacional (CEPI - UBA).

Introducción
La “One Big Beautiful Bill” (OBBB) no es solo un paquete legislativo: es una declaración de principios. En nombre de la seguridad, EE.UU. redefine su vínculo con la migración, no para gestionarla, sino para aislarla. Este artículo analiza cómo la frontera se convierte en política, y el migrante, en enemigo.
El pasado 4 de julio, la Administración Trump firmó y puso en vigencia el proyecto de ley conocido como OBBB, una iniciativa de más de 900 páginas, que incluso le costó su divorcio mediático con Elon Musk, quien fue muy crítico desde los comienzos de la misma. Entre otras disposiciones, las que más resonancia en los medios tuvo fueron las relacionadas a la inmigración. Aunque presentada como una “solución integral”, la nueva ley consolida una visión securitista de la frontera y promueve un modelo de migración punitiva, donde el control territorial y la exclusión legal son los ejes centrales.
Según el American Immigration Council, una de las organizaciones de mayor prestigio en temas de migración, la OBBB “refuerza un paradigma de disuasión”, que no distingue entre migración irregular y migración legal. A través del aumento de costos, la criminalización administrativa y el refuerzo de agencias como la U.S. Immigration and Customs Enforcement (ICE) y la U.S. Border Patrol, la ley se presenta como un renovado ecosistema legal orientado a la restricción del ingreso y permanencia de personas extranjeras, incluso bajo canales que ya estaban regulados.
Un presupuesto para blindar la frontera
Uno de los aspectos más contundentes del proyecto es la asignación de 6.000 millones de dólares para infraestructura y vigilancia fronteriza. Esta suma incluye la contratación de 10.000 agentes adicionales de ICE y 3.000 nuevos oficiales para la U.S. Border Patrol, así como fondos para ampliar centros de detención, adquirir tecnología de vigilancia y acelerar procesos de deportación.
El argumento de fondo es que la seguridad nacional -un tema de especial relevancia en el país norteamericano desde el 9/11- requiere “una frontera impermeable”. Sin embargo, quienes estudian temas migratorios hace años, advierten que el enfoque prioriza la militarización territorial sin abordar las causas estructurales de la migración. Mecanismos de refugio, reunificación familiar o trabajo temporal, no; un modelo de cerco y contención, si. De esto va la OBBB.
Costos que excluyen
La ley introduce un incremento significativo de tarifas migratorias, que afecta incluso a quienes intentan regularizar su situación por vías legales. Por ejemplo, se empezará a cobrar $100 por solicitud de visa de trabajo, $575 por permiso de empleo, o $900 por reapertura de casos migratorios.
Estas medidas, lejos de agilizar el sistema, actúan como barreras económicas que profundizan la precariedad de millones de personas que buscan una alternativa a su realidad actual. La lógica es clara: dificultar el acceso legal para reducir la migración por disuasión económica.
¿Una política de Estado o una herramienta electoral?
La OBBB no es solo un proyecto normativo: también es un instrumento de discurso. Como he planteado en otros artículos, la “crisis en la frontera” y la amenaza migratoria cumplen un rol central en la narrativa de Donald J. Trump, reforzando una retórica donde el extranjero representa un peligro latente.
Resulta irónico. Un país que históricamente se caracterizó por la recepción, y hasta se fundó desde sus cimientos, de inmigrantes, ahora los quiere expulsar. Por mencionar el caso más emblemático, para 2030, según los últimos datos de la U.S. Census Bureau, se estima que la población hispanohablante superaría los 78 millones, representando casi un 22% de los 355 millones proyectados en Estados Unidos.
Ese dato no es menor: lejos de ser una amenaza externa, la población migrante —en particular la latinoamericana— es y será parte estructural del tejido social, económico y cultural estadounidense. Pero la OBBB apuesta por lo contrario: instaurar un régimen legal y simbólico de exclusión, donde la migración no se gobierna, sino que se combate. La frontera se convierte así en un dispositivo de control total, no solo geográfico, sino también político y discursivo. El verdadero objetivo no es resolver un problema: es fabricar un enemigo funcional al poder. Y como ocurre siempre que se legisla desde el miedo, los derechos son los primeros en caer.
Referencias:
“What’s in the Big Beautiful Bill? Immigration and Border Security Unpacked” (2025, 04 de Julio). https://www.americanimmigrationcouncil.org/fact-sheet/big-beautiful-bill-immigration-border-security/
“2023 National Population Projections Tables: Main Series” https://www.census.gov/data/tables/2023/demo/popproj/2023-summary-tables.html
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