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Los Talibán, sus vínculos con el fundamentalismo y el terrorismo

Por María Soledad Gómez del Observatorio de Política Internacional


Herederos de los muyahidines de los años 1970 y 1980, esa generación que consagró la inexpugnabilidad de las potencias extranjeras; los talibán han regresado al poder dos décadas después de haber sido desplazados.

La comunidad internacional conoció la dureza del régimen talibán, luego de los atentados terroristas de Septiembre del 2001 en los Estados Unidos. Pero lo cierto, es que este grupo fundamentalista gobernaba Afganistán bajo la ley Sharia (ley fundamentada en principios islámicos) desde el año 1996.


Clérigo y veterano de la guerra que expulsó la invasión soviética, Muhammad Omar Akhnud, se constituyó desde la ocupación de Kabul de 1996, como el comandante supremo de los fieles (Laub, 2014). A lo largo del lustro de su gobierno, el Mullah Omar fue cultivador de un perfil discreto y reservado. Sus convicciones ortodoxas, y su inclinación exacerbada hacia el fundamentalismo, lo impulsaron a entablar una alianza estratégica con la organización yihadista Al Qaeda, y con su fundador Osama Bin Laden.

¿Qué vinculación tienen Los Talibán con el terrorismo islámico?

Fuente: Rocha Cutiller (1 Mayo 2021).

Al igual que el Mullah Omar, el saudita Osama Bin Laden había combatido en suelo afgano para repeler a las tropas comunistas de la entonces Unión Soviética. Otra característica compartida, es que a ambos líderes los representaban los fundamentos de la Yihad Islámica. Se trata de los principios rectores que señalan la supremacía de la ley coránica, extendida hacia todos los espacios de la vida, incluidas la esfera política, la económica, la social y cultural (Esparza, 2015 & Ortiz y Caro 2018).


Para el año 1998 Osama Bin Laden promulgaba una fatwa [1], en ese pronunciamiento se condenaba a la nación norteamericana, y se arengaba una embestida contra objetivos estadounidenses. Durante el mes de agosto de ese mismo año, Al Qaeda atacó dos de sus embajadas en el continente africano, Dar es Salaam (Tanzania), y Nairobi (Kenia), arrebatándole la vida a unas 257 personas. Esos atentados se constituyeron en el puntapié de la persecución internacional contra Bin Laden, un prófugo que encontró refugio, en las montañas afganas de Tora Bora.


El entonces presidente norteamericano Bill Clinton (1993-2001), entabló negociaciones con el Mullah Omar para la entrega del autor intelectual de los ataques a las embajadas (Estévez, 2006:17-19); sin embargo la negativa del Mullah de proceder a la extradición oficializó, en el plano internacional, la protección talibán al fundador de la organización Al Qaeda.


Años más tarde en septiembre del 2001, el mundo era testigo nuevamente de la virulencia de los yihadistas; cuando una veintena de terroristas secuestraron cuatro aviones de líneas comerciales y los estrellaron. Dos de ellos, contra el World Trade Center en Nueva York, uno contra el edificio del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, El Pentágono, y una tercera aeronave cayó precipitada en campo abierto. En ese día negro para la historia del mundo, unas tres mil personas perdieron la vida y un número no determinado fueron heridas.


Las Naciones Unidas otorgaron el marco multilateral para responder las agresiones, y a menos de cuatro semanas de los ataques, fuerzas de los Estados Unidos secundadas por tropas de la OTAN, desplegaron sobre Afganistán la operación Libertad Duradera. El gobierno talibán de Kabul fue erradicado, y reemplazado por una autoridad interina. La búsqueda y captura de Bin Laden se dilató en el tiempo, y no fue hasta el 2011 que el saudita fue descubierto, y abatido en la localidad pakistaní de Abbottabad.


La presencia de tropas internacionales se prolongó en territorio afgano por dos décadas, y con resultados difusos. La falta de identificación de un enemigo (una vez depuestos los talibán), terminó por diversificar las variables del conflicto (Armerding, 2001). Los diversos ensayos políticos, para la conformación de un gobierno nacional legitimado por los locales, también se desdibujaron con el paso de los años.


¿Qué representa el totalitarismo islámico?


Fuente: 123RF (sf)

La génesis de la corriente totalitarista islámica, se ubica en el Egipto de la década de 1920. Hassan al-Banna[2], fundador de los Hermanos Musulmanes (1928), convertiría esta asociación en el primer grupo político radical islámico. Junto al profesor Sayyid Qutb[3], diseñaron las bases del Islam Político (al-islam al-siyasi). Preocupados por las desviaciones de los pueblos árabes de las prácticas religiosas, Qutb y al-Banna enfatizaron la indivisibilidad del credo, y recordaron a los creyentes la vigencia del Islam: como religión y como mundo (din wa dunya). El surgimiento de posturas opuestas a esa supremacía, representaba drásticamente la destrucción de la misma fe musulmana (Akhavi, 2018:67.68).


Todos los adherentes a las corrientes fundamentalistas islámicas, establecen un modelo idílico de comunidad llamado umma. Frente a la imperfección de la realidad que los rodea, los islámicos radicalizados entienden como acción necesaria la revolución, que modificará los parámetros desviados. Para ello se han estipulados dos pilares teóricos: el jahiliyya y el takfir.


Jahiliyya es un término coránico, que alude a la ignorancia que reinaba en el mundo hasta la llegada del profeta [4]. En tiempos más recientes, jahiliyya se emplea para describir aquellas sociedades donde los falsos intereses ocasionan divisiones y que representan los espacios en los que los musulmanes soportan medidas de opresión. Los mecanismos para salvarse de esa subyugación son las que impulsan a los hombres a iniciar acciones violentas en nombre de la voluntad divina.

El segundo pilar es el takfir, este concepto reseña a los individuos que no adhieren al Islam. La subjetivación que contiene el takfir, agrupa a los que son considerados impuros, corruptos, es decir, a todos aquellos que se distanciaron de la religión. Precisamente son esos actos inmorales, los que acreditan el uso de la violencia, con el fin de restituir a los distanciados de la virtud islámica (Rosselló, 2018:5-7).


Fuente: Zucchino, (15 Agosto 2021).

En su trayectoria política, los talibán se han relacionado de forma estrecha, tanto con los principios de la Yihad como con los grupos terroristas fundamentalistas. Esta generación talibana que ha usurpado el poder, presenta hasta el momento, rasgos identitarios muy próximos a sus predecesores.


Se ha comprobado que de la combinación de una ideología extremista, y de una creencia fundamentalista (Álvarez Jiménez, 2016:222), se obtienen dinámicas grupales, y prácticas individuales, que promueven la fanatización y la motivación para ejecutar acciones violentas. Por lo que de esta nueva conformación del Emirato Islámico Afgano, se espera un curso político vinculado a las prácticas autoritarias, y alejado del respeto por los derechos humanos.



[1] La fatwa es una herramienta de divulgación entre la comunidad musulmana, para difundir los alcances de los preceptos legales islámicos.

[2] Hijo de un imán, a temprana edad colaboró con una Sociedad de Comportamiento Moral, junto a otros compañeros de la escuela para reprimir las malas conductas. Se graduó como docente en Dar al-Ulum de al-Azhar (Educación nacional árabe e islámica en Egipto) una institución de formación superior (Berger, 2012).

[3] Sayyid Qutb Ibrahim Husayn Shadhili, fue un escritor e intelectual egipcio. Matriculado en la escuela Dar al-`Ulum en formación docente. Una vez graduado se desempeñó como funcionario del Ministerio de Educación, así como Profesor de escuela. Fue un importante colaborador de los Hermanos Musulmanes en sus aportaciones teológicas (Akhavi, et. Al. 2018:67.68).

[4] En el Islamismo cuando se menciona al Profeta, se refieren a Muhammad, Mohammed o Mahomet (La Meca, h. 575 - Medina, 632). Es el fundador de la religión musulmana.



Bibliografía consultada:

  • Akhavi, S. (2018). Sayyid Qutb, dalam John L. Esposito (editor in chief), The Oxford Encyclopedia of the Modern Islamic World, 3.


  • Álvarez Jiménez, G. (2016). Islamismo yihadista: radicalización y contra radicalización. Antón, J. (Ed) (2015). Valencia: Tirant lo Blanch. ISBN 978-84-9086-058-8 [Ressenya de llibre]. RECEI-Revista Científica de Estudios sobre Interculturalidad, 2016, vol. 2, Núm. 2, pp. 220-224.

  • Armerding, G. (2001). Tendencias de Evolución de la Guerra hacia el Siglo XXI. Caso De Estudio: Guerra De Afganistán (2001), Núm. 032, Argentine Center of International Studies.

  • Berger, L, G. (2012). Hassan al-Banna. In: Cultural Sociology of the Middle East, Asia, and Africa, Sage, ISBN 9781412981767, https://eprints.whiterose.ac.uk/76395/7/HassanalBanna_Berger_with_coversheet.pdf

  • Esparza, J. J. (2015). Historia de la yihad: catorce siglos de sangre en el nombre de Alá, Buenos Aires, Editorial El Ateneu.

  • Estévez, J. B. A. (2006). La operación Libertad Duradera y la legítima defensa a la luz de los atentados del 11 de septiembre de 2001, Anuario Mexicano de Derecho Internacional, Núm. 6, pp 13-61, https://www.redalyc.org/pdf/4027/402740621001.pdf

  • Laub, Z. (2014). The Taliban in Afghanistan, Council on Foreign Relations, Vol. 4, Núm. 7, pp. 1-9.

  • Ortiz, C. & Caro, I. (2018). La yihad sunita del Estado Islámico y Al-Qaeda: islamismo, antiimperialismo, ¿y nihilismo político-mesiánico?, Estudios internacionales, Santiago de Chile, 50, núm.189, pp. 37-62, https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?pid=S071937692018000100037&script=sci_arttext&tlng=e

  • Rocha Cutiller, A. (1 Mayo 2021). Al Qaeda no murió con Bin Laden hace 10 años, sólo se transformó, El Periódico, https://www.elperiodico.com/es/internacional/20210501/qaeda-murio-bin-laden-10-anos-11690419

  • Rosselló, J, T. (2018). El totalitarismo islámico. La ideología que sustenta el terrorismo, Bie3: Boletín IEEE, Núm.10, pp. 361-373, pp. 5-7. http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2018/DIEEEO37-2018_Totalitarismo_Islamico_JordiTorres.pdf.

  • Zucchino, D. (15 Agosto 2021). La caída de Kabul pone un abrupto fin a la era estadounidense en Afganistán, The New York Time, https://www.nytimes.com/es/2021/08/15/espanol/afganistan-taliban-kabul-caida.html

  • 123RF. (sf). La estrella y la media luna - símbolo del Islam, https://es.123rf.com/photo_50020802_la-estrella-y-la-media-luna-s%C3%ADmbolo-del-islam-icono-plana-para-aplicaciones-y-sitios-web.html


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